La disponibilidad energética de las fuentes de energía renovable es mayor que las fuentes de energía tradicionales, pero sin embargo su utilización es escasa de momento.
El desarrollo de la tecnología, el incremento de la concienciación social por el uso de energías limpias, los costes más reducidos de instalación, la rápida amortización y el control que pueden realizar las compañías eléctricas sobre los centros de producción, están impulsando el uso de las fuentes de energía renovables en los últimos tiempos.
Cuestionarse el modelo de desarrollo sostenido y su cambio hacia un modelo sostenible, también implica una nueva concepción sobre la producción, el transporte y el consumo de energía.
En este modelo de desarrollo sostenible, las energías renovables se consideran fuentes de energía inagotables, pero que cuentan con la ventaja de ser energías limpias, definidas por las siguientes características:
- sus sistemas de aprovechamiento energético suponen un escaso impacto ambiental
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su utilización no tiene riesgos potenciales añadidos
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indirectamente enriquecen los recursos naturales
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la cercanía de los centros de producción a los lugares de consumo puede ser viable en muchos casos
- pueden ser una alternativa a las fuentes de energía convencionales, con la posibilidad de generar un proceso de sustitución de las mismas gradualmente.