El potencial de la energía eólica se estima que es 20 veces superior al de la energía hidraúlica. Está adquiriendo cada vez mayor implantación gracias a la concentración de zonas de aprovechamiento eólico y a una optimización en la utilización de nuevos materiales en las máquinas: aerogeneradores.
Existen diversas aplicaciones prácticas hoy en día de la energía eólica, como el bombeo de agua hasta la producción de varios MegaWattios mediante parques eólicos.
El impacto ambiental de los parques eólicos es mucho menor que cualquier otro tipo de central productora de energía convencional, y su agresión al entorno se centra sobre todo en la incidencia de accidentes de la avifauna y el impacto de los grandes parques, cuestiones que pueden ser paliada estudiando adecuadamente la ubicación y el sistema de distribución. Recientemente también se han dado casos de parques eólicos que perturbaban el sueño de ganados o granjas próximos.
La ubicación de la instalación eólica, la velocidad del viento y su rango de valor constante va a determinar su capacidad productiva y autonomía.